La suplantación de identidad es un tipo de fraude en el que una persona se hace pasar por otra para obtener beneficios financieros o personales. Es similar al robo de identidad, pero implica que la persona que comete el delito utiliza información falsa o robada para crear una identidad falsa.
Por ejemplo, un delincuente puede utilizar información personal de una persona para crear una cuenta en línea y solicitar un préstamo o una tarjeta de crédito en su nombre. También puede utilizar información personal para hacerse pasar por la víctima en una comunicación con un tercero, como un banco o una empresa.
La suplantación de identidad puede tener graves consecuencias para la víctima, incluyendo la pérdida de dinero, el daño a la reputación, la interrupción de las relaciones personales y laborales, entre otros.
Para protegerse contra la suplantación de identidad, es importante tener cuidado con la información personal que se comparte en línea y fuera de línea, utilizar contraseñas seguras y cambiarlas regularmente, revisar los estados de cuenta y las transacciones bancarias con frecuencia y tomar medidas para proteger la información personal en línea, como utilizar el cifrado y la autenticación de dos factores.
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